EDITORIAL 04/11/2018
PASEO DOMINGUERO
Me viene a la cabeza, ahora que la temporada de caza está en auge y que el campo está recuperando todo su esplendor, que hace pocas fechas en una intervención ante un nutrido público, dije que el lema de la Federación Extremeña de Caza en lo que respecta al uso de la naturaleza es que “en el campo cabemos todos”.
Me refería más a trabajar por la naturaleza que a otra cosa.
Sin embargo, una persona me interpeló diciendo que los domingos la gente no puede salir a pasear al campo porque estamos los cazadores pegando tiros.
Yo pretendía lanzar un mensaje de colaboración, de tolerancia, de respeto y de generosidad, para que todos trabajemos por la naturaleza y disfrutemos de ella. Quizás se me olvido decir que todo ello en el marco de la ley. Las gentes que cazamos, lo hacemos los domingos porque existe una ley que establece los días en que se puede cazar. Como norma general son jueves y domingos y como el común de los mortales trabajamos de lunes a viernes pues ya se sabe.
Pero hay una norma más que muchas veces se nos olvida, y es que en este país existe la propiedad privada y que por fortuna para algunos y no tanto para otros, eso que llamamos un poco indefinidamente “El Campo”, prácticamente siempre es de alguien. Es decir, es una propiedad privada en la que tenemos limitado el derecho de acceso y de uso.
Las miles de personas que cazan, no pueden ejercer su actividad en el campo libremente, invadiendo cualquier predio. Si quieres entrar a cazar en alguna finca tienes que pagar. El dueño del terreno dispone libremente de su propiedad y decide si entras , bien a cambio de una cantidad económica o por invitación.
En el caso del paseo dominguero, creo que es la misma cuestión, más que me pese, porque mi afición a los espárragos y setas se resiente cuando algún dueño del terreno que piso me echa el alto, y con razón.
Hemos acuñado el bonito término del campo, voy al campo, con un cierto sentido de propiedad. Pero resulta que el campo, no es nuestro, y si muchas personas no pueden pasear los domingos por el campo, no es culpa de los cazadores sino de la distribución de la propiedad de la tierra. Y cuando uno paga por un bien privado tiene derecho a su disfrute, como ocurre con la caza.
Solo en casos de caminos públicos, cañadas y demás, que por otra parte están consideradas como zonas de seguridad por las leyes de caza, podemos transitar libremente por ellos y ahí efectivamente todos tenemos que hacer un esfuerzo para su uso y disfrute pueda ser ejercido por todos.
En cualquier caso siempre existe la posibilidad de ponerse de acuerdo. Quizás dialogando podamos entender las posturas de unos y otros, y con la ley en la mano encontrar un punto de equilibrio.
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