A CUBIERTO QUE VIENEN LOS NUESTROS
Al inicio de la campaña electoral en Andalucía, leía con cierta preocupación y desosiego que la coalición electoral Adelante Andalucía, formada por Podemos Andalucía, Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía, y los partidos andalucistas: Izquierda Andalucista y Primavera Andaluza, plantea un programa electoral, donde en su apartado 6.1, que aborda la cinegética, hace una extensa crítica a la caza acusándola de ser uno de los grandes agentes de pérdida de biodiversidad y tildándola de bárbaro e ineficaz método de control de poblaciones, además de intentar fusionar la imagen de la caza con los latifundios, señoritos de postín, lobby de presión y demás demonios, olvidando a las miles de personas, populacho entre los que me incluyo, que solo queremos, después de trabajar honradamente o sellar la cartilla del paro , poder cazar en paz..
Es decir, 16 propuestas para mejorar la vida de andaluces y andaluzas que consisten en que el personal deje de salir al campo a practicar su afición.
Andalucía, al igual que Extremadura y otras regiones sureñas, están aquejadas de problemas seculares, que en muchos casos, a mi juicio, provienen de políticas centralistas que han perdido de vista a una parte de la población española, dirigiendo la inversión a otros caladeros más rentables... para algunos.
Uno siempre espera, sin perder la esperanza, que los partidos políticos, sus dirigentes, asesores, directores de campañas electorales y demás compañeros mártires, realicen propuestas que vengan a solventar deficiencias vitales como la sanidad, educación, seguridad, vivienda, pobreza, emigración, creación de empleo, igualdad, pensiones, en fin una extensa serie de acciones que realmente pretendan mejorar la vida de la ciudadanía.
Pero he aquí, que en no pocos casos, las propuestas electorales de dirigen a cercenar opciones personales, con la única pretensión de que nos adaptemos obligatoriamente a la forma de entender la vida de unos pocos. Lo que viene a pretender la globalización el pensamiento.
Recuerdo una ocasión, a un viejo conocido comunista andaluz, que en unas jornadas en la universidad de Sevilla, en su turno de intervención cuestionaba eso de que la caza es de señoritos, contando cómo el que cazaba todos lo días en las fincas de los susodichos era él, para solaz de su madre en la cocina y deleite propio.
Queridos amigos, toda la vida militando en la izquierda y ahora la nueva hornada de compañeros y compañeras, nos quieren quitar la cacería, empezando por los andaluces.
A cubierto, que vienen los nuestros.
Comentarios
Publicar un comentario