ALIANZA RURAL, REGRESO AL FUTURO
En el momento político que vivimos unos meses son demasiado tiempo. En junio de 2018 vimos sorprendidos caer un gobierno por mor de una moción de censura y nueve meses después tenemos convocatoria de elecciones, casi por lo mismo, y llegará un nuevo inquilino a la Moncloa, aunque sea el último ocupante.
En septiembre de 2018 se convocó una manifestación por la autodenominada Alianza del Mundo Rural programada para el 3 de marzo de 2019. Como está el patio, siete meses es mucho tiempo si no se tiene cintura.
Sin Gobierno, en plena precampaña electoral y con las elecciones autonómicas, municipales y europeas en ciernes, hacer una manifestación en Madrid con solo el lema “Respeto por el mundo rural y sus tradiciones”, se me antoja, cuando menos, una temeridad.
Primero, por la posibilidad real de que se instrumentalice la convocatoria con fines partidistas. Segundo, por la poca preparación previa de movilización de los diferentes sectores. Tercero, por la ausencia de conflictos concretos, pues en estos últimos tiempos todos los partidos sacan pecho en defensa de la caza, la pesca, los toros, el mundo rural y lo que haga falta, que un voto es un voto. Cuarto, porque el fracaso puede cercenar la posibilidad de futuras movilizaciones cuando lleguen, que llegarán, problemas importantes. Quinto, ¿al día siguiente qué se habrá logrado?¿Qué compromisos habremos arrancado de ninguna propuesta a no se sabe quien?. Sexto, porque el mundo rural en mucho más amplio, diverso, complejo y vulnerable que lo que representa la Alianza del Mundo Rural.
Ahora es tiempo de hacer propuestas a los partidos políticos, más adelante será el de exigir su cumplimiento, sean gobierno u oposición. Y por supuesto es tiempo de ampliar el horizonte de la representación del mundo rural. La caza es un parte más, pero hay muchas más sensibilidades y actividades sociales y económicas que precisan visibilidad y desarrollo, como una agricultura y ganadería viable, industrias agroalimentarias, turismo sostenible, recursos forestales, patrimonio ambiental y cultural, ordenación del territorio o cooperativismo entre otras. Si queremos una adecuada defensa del mundo rural, tenemos que procurar una auténtica representación del mismo, sin exclusiones. Si nos instalamos en el pasado será muy difícil regresar al futuro
Comentarios
Publicar un comentario